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Año XXV, Número 46, julio 2025

       Depósito Legal M-34.164-2001
             ISSN 1695-6214


                                         De Filósofo a Emperador: Juliano II en las Galias…



                     Flavio Claudio Juliano


                     Algo  “lejos”  de  su  faceta  más  conocida  en  la  historiografía  como  Emperador
              Apostata,  con  sus  controvertidas  políticas  y  acciones;  nos  centraremos  en  un  Fl.  Cl.

              Juliano más joven.


                     Fl. Cl. Juliano nació en Constantinopla en el año 331 d.C. hijo de Julio Constancio

              (hermanastro  de  Constantino  I)  y  de  su  segunda  esposa  Basilia  Basilina.  Por  ende,
              sobrino del emperador Constantino el Grande y primo de los hijos de este: Constantino

              II,  Constante  y  Constancio  II  (Royo  2009  pg.  162)  siendo  este  último  el  que  más

              acaparará  nuestra  atención  en  el  devenir  del  artículo,  dado  que  –  tras  la  muerte  de
              Constantino  en  el  337  –  Juliano  fue  testigo  de  la  matanza  de  su  familia  promovida,

              seguramente, por Constancio II Acción entendida como paso previo para salvaguardar
              una efímera repartición del Imperio entre los diferentes hermanos (solo sobrevivieron a

              la “erradicación” de las ramas colaterales de la familia imperial el mismo Juliano y su
              hermano mayor, Galo; presumiblemente por su corta edad y viabilidad de manipulación

              (Caballero, 2017, p. 32). Repartición que acabaría en lucha intestina y en Constancio II

              como  único  heredero  del  Imperio  Oriental,  dado  que  Constante  seguiría  ocupando  el
              cargo hasta el 350 (Royo 2009, pp. 162-163)


                     A lo largo de este periodo turbulento en la familia imperial – y tras la victoria de

              Constancio II – Juliano vivió una infancia en el exilio, marcada por la vigilancia constante

              de  los  agentes  imperiales  al  servicio  de  su  primo  Constancio  II;  en  la  voluntad  de
              educarlo  en  el  cristianismo  y  alejarlo  de  posibles  “focos  de  atención”  que  pudiese

              suscitar su persona para sectores con intereses contrarios al actual emperador (Sanz
              2009). Infancia y pubertad marcada por un acercamiento al “paganismo”  iniciada bajo la

              sombra y la influencia en su temprana niñez de la figura de Mardonius, quien le instó a
              la  lectura  de  los  “clásicos”  siguiendo  la  paideia  e  inculcando  una  visión  austera,

              incitando  un  carácter  reservado  y  rígido  contrastado  por  una  ansia  de  conocimiento











                          Historia Digital, XXV, 46, (2025). ISSN 1695-6214 © Raúl Barrera Luna, 2025                  P á g i n a  | 107
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