Page 4 - Las familias de las órdenes militares. Montesa y su bailía de Moncada: patrimonio y entramado feudal en la huerta de valencia (siglos XIV-XV)
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Año XXV, Número 45, enero 2025

       Depósito Legal M-34.164-2001
             ISSN 1695-6214


                           Las familias de las órdenes militares. Montesa y su bailía de Moncada: patrimonio y entramado….



              limitaciones  frente  a  lo  que  habían  sido  sus  predecesoras  hermanas  mayores:  menor
              patrimonio  y  expansión  territorial,  evidente  regionalización  de  su  ámbito  de  influencia

              (limitado al reino de Valencia), número muy escaso de miembros tanto en sede como en

              sus encomiendas; un objetivo, más simbólico que real, de defender las fronteras de ese
              nuevo reino frente a la amenaza islámica. Su función histórica, política, e incluso militar,

              fue  así  mucho  menor  al  que  las  órdenes  más  antiguas  habían  tenido  en  los  otros
              territorios peninsulares. Estas son las características que marcarán la nueva orden y que

              la definirán en su trayectoria autónoma hasta finales el siglo XVI, cuando en 1587 se
              produzca su incorporación a la corona.



                     Pero son precisamente estas características las que nos permiten acercarnos con
              detalle  a  su  realidad  interior,  a  su  administración  concreta  a  través  de  uno  de  sus

              señoríos, de una de sus bailías; y a incardinar ésta dentro del conjunto para entender
              cuáles eran sus recursos, qué ingresos producían y, sobre todo, qué relación tenían con

              las familias asentadas en sus encomiendas, en qué condiciones vivían, cómo accedían

              a la tierra, en qué régimen de tenencia y vasallaje, con qué rentas.


                     La  primera  base  patrimonial  de  Montesa  iba  a  ser  el  conjunto  de  bienes  de  la
              orden del Temple en el reino de Valencia, y buena parte de los del Hospital, junto a la

              villa y el castillo de la villa de Montesa, que quedaría como sede del núcleo religioso
              conventual.  Esta  doble  herencia  permitió  a  la  nueva  orden  aprovechar  la  estructura

              organizativa previa de aquéllas, con sus encomiendas, bailías, tenencias y villas. Desde

              el punto de vista eclesiástico, Montesa se incluía, a su vez, bajo la regla de Calatrava y,
              así,  de  la  orden  cisterciense,  de  modo  que  sus  miembros  asumían  sus  estatutos  y

              privilegios .
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                     Conocemos  bien  todo  el  patrimonio  que  convirtió  a  Montesa  en  la  mayor
              agrupación señorial del reino, gracias a distintas fuentes de control y gestión que realizó




            4  GUINOT, Enric: "La orden de Montesa en época medieval",  Revista de Órdenes Militares, 3, 2015, pp.

               113-137.




                         Historia Digital, XXV, 45, (2025). ISSN 1695-6214 © Antoni Llibrer Escrig, 2025                  P á g i n a  | 52
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