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Año XXV, Número 46, julio 2025
Depósito Legal M-34.164-2001
ISSN 1695-6214
Algo más sobre la muerte de Buenaventura Durruti (II)
se alejan”, aludiendo al ruido más apagado de las explosiones, que hacía creer en una
retirada de los aviones atacantes» . Véase asimismo lo que según Jesús Arnal le dijo
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Bastos: «habló bastante tiempo pero débilmente. Bombardeaban en aquellos momentos
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y al alejarse las bombas, se daba cuenta y me decía: “Ya están más lejos”» . Palabras
vanales en definitiva, sin ninguna acritud o rencor por su estado; vacías de rabia,
suspicacia o advertencia contra el autor del disparo. Bastante llamativo. Sobre todo si
tenemos en cuenta que, probablemente, él mismo ya era consciente de que iba hacia
una muerte segura; pues ningún médico consideró factible operarle .
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En la misma línea apunta el testimonio de Ricardo Rionda Castro, «Rico»: «-
Mira, yo me empeñé en ver a mi amigo [contó al periodista Angel Montoto]. ¡Tenía que
verle! El doctor Santamaría me indicó con un gesto que no hablase. Pero yo le dije: “No
hables, mueve sólo la cabeza. ¿Tienes muchos dolores?” Y él hizo que no con la
cabeza, y después como si delirase, lo recordaré siempre, dijo: “Demasiados comités,
muchos comités”. Esa era una de sus manías, creía que debía organizarse la guerra
mejor, centrar los esfuerzos» . Cipriano Mera en sus memorias corrobora este
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30 Ib, p. 317. Por otro lado, a fecha del 14 de diciembre del 2005, apareció en el foro del Ateneo Libertario
Virtual – Alasbarricadas <https://alasbarricadas.org>, dentro de la categoría «Historia del anarquismo», del
tema «MUERTE DE DURRUTI: ¿ASESINATO?», un misterioso testimonio a nombre de un tal sohomadrid:
«Hoy he caído por casualidad en este foro, buscando algo sobre mi abuelo, el Doctor Manuel Bastos Ansart.
(…) fue él, quién efectivamente atendió a Durruti (…). Mi abuelo murió hace tiempo pero siempre contaba la
historia de como llegó Durruti, de como se le había disparado el naranjero, y de las pocas palabras que
salieron de su boca antes de morir. Al parecer y según contaba mi abuelo, repetía ya moribundo: “que
tontería, que tontería”[,] “el jodio (sic) fusil”, así ni más ni menos. No dijo nada más». Sohomadrid no volvió a
escribir en el foro, ni me respondió cuando le pregunté por mensaje privado. Con quién sí conseguí
contactar fue con Julio Calderón Bastos, sobrino-nieto de Manuel Bastos, que en conversación del 12 de
marzo del 2021 dijo desconocer completamente lo relatado por sohomadrid. Ello parece indicar que el
testimonio de sohomadrid es inventado. Pero, para sorpresa, Julio explicó que lo que se contaba en la
familia era que Durruti había recibido el disparo por la espalda, no se sabe si de forma intencionada o sin
querer. Sin embargo, Manuel Bastos nunca había afirmado tal cosa y según mi anterior artículo (véase nota
1) considero demostrado que el disparo había entrado por delante. Por ello entiendo que el recuerdo familiar
original, después de tanto tiempo, se había mezclado y confundido con otros, transformándose. Aunque es
cierto que queda la duda.
31 ARNAL, Mosén Jesús (1972), p. 138.
32 Por ejemplo PAZ, Abel (2004), p. 674: «Ante el diagnóstico de Manuel Bastos se optó por no operar lo
que equivalía a dejar que el herido fuera extinguiéndose».
33 MONTOTO, Ángel (25 noviembre al 2 diciembre de 1971), p. 490. Sobre quién era Ricardo Rionda véase
la nota 2. El mismo testimonio, con algún pequeño matiz y menos detalle, en MAGNUS ENZENSBERGER,
Historia Digital, XXV, 46, (2025). ISSN 1695-6214 © Roberto Martínez Catalán, 2025 P á g i n a | 97