Page 8 - Los Stukas de Belchite: desmontando Mitos
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Año XXV, Número 45, enero 2025

       Depósito Legal M-34.164-2001
             ISSN 1695-6214


                                                Los Stukas de Belchite: desmontando Mitos



                     El 26 de marzo de 1938 se registra que los Stuka-A atacaron con bombas de 500
              kg  los  objetivos  militares  de  Arés  del  Maestre,  Benasal  y  Albocácer  (Rivas,  2018;

              Overlord,  2024).  Hemos  de  recordar  que  cada  avión  podía  almacenar  1800  kg  de

              bombas. No pretendemos negar la actuación aérea de la Legión Cóndor sino que nos
              centramos  en  los  ataques  de  los  bombarderos  Stukas,  pues  estos  bombarderos  eran

              protegidos por distintos cazas más rápidos como los J-88, los biplanos Heinkel HE-51 y
              otros  modelos  que  no  detallaremos  para  no  extendernos  y  porque  existe  mucha

              bibliografía  especializada  al  respecto  (Molina  y  Permuy,  2016:  232-233;  Sabugueiro,
              2020).



                     Previamente, el día 10 de marzo de 1938 se registraron cuatro ataques de estos
              aviones  Stukas-A  sobre  posiciones  republicanas  concentradas  cerca  de  Belchite,  en

              carreteras  al  este  del  pueblo,  pero  no  se  detectan  ataques  sobre  el  propio  pueblo
              (Molina  y  Permuy,  2016:  233).  Se  utilizaron  4500  kg  de  bombas,  entre  las  que  se

              constataban las bombas de 500 kg para atacar los emplazamientos del Bloque Popular

              en las inmediaciones de Belchite.


                     En estos ataques registrados cerca de Belchite, era imposible que se oyesen las
              sirenas llamadas “Trompetas de Jericó” por el sencillo motivo de que ninguno de estos

              prototipos Stukas-A las tenía instaladas en esos momentos en los que intervinieron en la
              Guerra Civil española (Molina y Permuy, 2016: 238). Estas sirenas eran unas pequeñas

              hélices  con  un  mecanismo  situado  en  la  carena  de  las  ruedas  que  el  piloto  activaba

              cuando  realizaba  el  picado  para  soltar  las  bombas,  emitiendo  un  potente  sonido  que
              identificaba  perfectamente  dicho  modelo  de  avión.  De  esta  forma,  desmontamos  dos

              mitos: que los propios Stukas bombardeasen el pueblo de Belchite y que ningún testigo
              pudo  escuchar  el  sonido  característico  del  bombardeo  en  picado  que  producía  aquél

              mecanismo de pequeñas hélices.


                     Por  tanto,  para  concluir,  podemos  resumir  los  datos  breves  de  la  campaña  de

              Aragón,  concretamente  los  acaecidos  en  la  batalla  de  Belchite,  para  contrastar  las
              fechas con los informes de los vuelos de los Stukas-A que hemos comentado (Martín






                        Historia Digital, XXV, 45, (2025). ISSN 1695-6214 © David Mendoza Álvarez, 2025                  P á g i n a  | 81
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