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Año XXV, Número 46, julio 2025

       Depósito Legal M-34.164-2001
             ISSN 1695-6214


                                         Algo más sobre la muerte de Buenaventura Durruti (II)



              (…) una bala disparada por el enemigo desde una ventana del Hospital Clínico, sino su
              propio  consejero  militar  y  hombre  de  confianza  el  sargento  Manzana.  Cuando  este

              último  abrió  la  puerta  para  que  su  jefe  se  sentara  en  el  automóvil  “Packard”  que

              conducía  Julio  Graves,  el  fusil  ametralladora  de  tipo  naranjero  que  llevaba  al  hombro
              izquierdo,  golpeó  el  estribo,  dejando  escapar  una  bala  que  impactó  muy  cerca  del

              corazón,  estando  Durruti  inclinado  hacia  adelante.  Si  la  estricta  verdad  hubiera  sido
              divulgada,  Manzana  -de  cuya  sinceridad  e  inocencia  no  cabía  ninguna  duda  para

              Liberto-  se  habría  encontrado  a  merced  de  cualquier  “justiciero”  obtuso  ávido  de
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              venganza» .


                          «Pese a estar juntos, no lejos del lugar en el que Durruti fue alcanzado, la
              versión  de  su  muerte  que  nos  dio  José  Mariño  [explica  César  M.  Lorenzo  en  otro

              capítulo]  difiere  radicalmente  de  la  de  Liberto  Ros,  quien,  en  el  fondo,  se  había
              contentado  con  creer  en  la  palabra  de  Manzana.  Efectivamente,  este  último  no  dejó

              luego  de  contradecirse,  de  sembrar  la  confusión  entre  sus  interlocutores,  lo  que

              enseguida generó un montón de suposiciones, de dudas, de acusaciones, de rumores y,
              mucho tiempo después, de obras y artículos fantasiosos, incluso relatos inventados con

              fines  comerciales  sin relación  con  los hechos  reales.  (…)  Nunca  se  tendrá  la  certeza
              porque nadie ha podido o ha querido llevar a cabo, in situ, la investigación en serio -y en

              particular el estudio balístico- que se imponía: ni Ricardo Sanz, sucesor de Durruti a la
              cabeza de la columna, llegado el 21 de noviembre, ni el Comité nacional de la CNT  -

              cuyo nuevo secretario general, Mariano R. Vázquez, acababa justo de ser elegido (...)-

              ni los amigos más próximos del difunto, ni las autoridades de Madrid, ni el gobierno de la
              República.


                     En cualquier caso, éste es, en algunos puntos resumidos, el testimonio de José

              (…):








            16 Testimonio de Liberto Ros en ib.




                       Historia Digital, XXV, 46, (2025). ISSN 1695-6214 © Roberto Martínez Catalán, 2025                  P á g i n a  | 92
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