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Año XXV, Número 46, julio 2025
Depósito Legal M-34.164-2001
ISSN 1695-6214
Algo más sobre la muerte de Buenaventura Durruti (II)
Esto, y posteriores e inexplicables persecuciones que sufrí, me confirman que Manzana,
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al llegar a la columna (…) ya venía con la misión de acabar con Durruti”» .
Desde entonces, las sospechas se han ido centrando más y más en
Manzana, sobre todo después de la impresionante investigación plasmada por los
Gimenólogos en su libro, En busca de los Hijos de la Noche , luego ampliada en el
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artículo «Nouvelles investigations sur la mort de Durruti et les circonstances de sa venue
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à Madrid» publicado en su web. Una importante novedad de estos trabajos es que
incluyen los testimonios, contenidos en un trabajo inédito de César M. Lorenzo, de un
par de testigos de primera mano. Estos son Liberto Ros y José Mariño Carballada,
llamado el «Miliciano X» en la edición en español del 2009 del libro. Paso a reproducir lo
más relevante de cada uno; pero previamente aclaro que José Mariño y Liberto Ros,
junto a otros milicianos, se encontraban aparcados a entre cincuenta y doscientos
metros del coche de Durruti, aunque fuera de su vista. «Al oír una detonación que
provenía del lugar en el que se encontraba Durruti, mientras la zona estaba en calma,
los ocupantes (…) acudieron al lugar, donde encontraron a Manzana abatido que les
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explicó que acababa de matar accidentalmente a Durruti» . Paso a reproducir lo más
relevante del testimonio de cada uno:
«En el transcurso de una visita a su domicilio [comienza César M. Lorenzo],
alrededor de 1975, Liberto se puso a hablarme espontáneamente de la muerte de
Durruti (…). En efecto, había formado parte, así como José Mariño, Miguel Yoldi y
algunos otros combatientes, de los primeros testigos (…) que acudieron al lugar del
drama. Al contrario de lo que se ha dicho oficialmente, nos confesó, no mató a Durruti
12 COSTA MUSTE, Pedro (julio de 1976), p.18-21.
13 GIMENÓLOGOS, Los (2009).
14 MERA, Tomás (noviembre del 2019).
15 Testimonio de José Mariño («el miliciano X») para GIMENÓLOGOS, Los (2009), p. 406. El relato
prosigue y, justo a continuación, señala que el disparo se produjo al salir del coche; aunque del testimonio
que había dado a M. LORENZO, César (inédito), y del de Liberto Ros también para este autor, se entendía
que había sido a la vuelta, al volver a montar en el coche. Se trataba de un error que ya ha sido corregido
en la edición francesa del 2016. Muchas gracias a Myrtille, de los Gimenólogos, por esta aclaración.
Historia Digital, XXV, 46, (2025). ISSN 1695-6214 © Roberto Martínez Catalán, 2025 P á g i n a | 91