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Año XXV, Número 46, julio 2025
Depósito Legal M-34.164-2001
ISSN 1695-6214
Maestranza Aérea de Madrid, Centro de Mantenimiento de ala rotatoria…
prototipos españoles El autogiro" [9], como la historia de Juan de la Cierva ha sido
tratada con un enorme aporte de documentación por el ingeniero aeronáutico José
Warleta Carrillo en su libro Autogiro: Juan de la Cierva [14].
José Antonio Postigo Pascual, profesor de la Universidad de Murcia, organizó un
ciclo de conferencias en Murcia en 2014, plasmando sus enseñanzas en una ponencia
titulada “Juan de la Cierva y Codorníu” [16]. En esta ponencia, actualizada en 2020,
Postigo describe el libro de Warleta “Juan de la Cierva y su obra” [14] como trabajos
biográficos de Juan de la Cierva sin parangón.
El primer autogiro que construyó Juan de la Cierva fue el C.1. El fuselaje provenía
de un monoplano Deperdussin, con motor Le Rhóne rotativo de 60 CV, al que se le
montó un doble rotor coaxial, de cuatro palas de madera huecas con perfil Eiffel 101, de
6 metros de diámetro [14]. Se ensayó en Getafe en octubre de 1920, pero no llegó a
despegar. Juan de la Cierva atribuyo el fracaso a que el rotor inferior, afectado por la
estela del superior, iba a autogirar con una velocidad menor y que la sustentación global
del lado izquierdo del grupo de rotores sería superior a la del lado derecho, pero el
efecto fue mayor de lo esperado y el aparato se inclinaba fuertemente a la derecha tan
pronto como las ruedas se separaban del suelo sin que el alerón fuera suficiente para
contrarrestar este efecto [8]. Warleta indica en su libro que no se ha conseguido
determinar donde se construyó este primer autogiro, si bien Warleta piensa que
probablemente sería en la carpintería del padre de Pablo Díaz con apoyo exterior para
las piezas metálicas mecanizadas [14] [17].
Juan de la Cierva y su hermano Ricardo, dos años menor que él, trabaron
amistad, en su niñez, con los hermanos Barcala, hijos de un ingeniero de caminos
amigo de su padre. José Barcala, un año menor que Juan, era un chico que compartía
aficiones técnicas con Juan [8]. Desde los inicios, Juan de la Cierva y sus amigos
construían cometas, helicópteros o planeadores suficientemente grandes como para
volar ellos mismos. En 1910 Juan de la Cierva y José Barcala se asociaron con un
amigo algo mayor que ellos, Pablo Díaz Fernández. El padre de Pablo, Florencio Díaz,
Historia Digital, XXV, 46, (2025). ISSN 1695-6214 © Fernando Aguirre Estévez, 2025 P á g i n a | 56