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Año XXV, Número 46, julio 2025

       Depósito Legal M-34.164-2001
             ISSN 1695-6214


                                         Maestranza Aérea de Madrid, Centro de Mantenimiento de ala rotatoria…



              demostrar  las  cualidades  de  su  rotor  era  preciso  permitir  que  éste  avanzara  en
              condiciones regulares un tiempo suficiente [14].


                     En  enero  de  1923,  el  C.4  se  encontraba  en  Getafe,  provisto  de  alerones,  y

              Gómez  Spencer  estaba  repuesto  del  accidente  que  había  sufrido  en  septiembre.  Es

              entonces cuando, finalmente, se logra en el mundo el primer vuelo, controlado y estable,
              de una aeronave de ala rotatoria, más pesada que el aire, y que no era un avión. La

              Cierva, en su comunicación a la Real Academia de Ciencias del 15 de febrero de 1923,
              dice: “pilotado por el señor Gómez Spencer, el autogiro despegó por vez primera el día

              10, y corregido el efecto del par de giro del motor, el día 17 efectuó varias rectas a dos

              metros de altura, comprobándose en ellas todas las cualidades previstas, menos la de la
              toma de tierra, que se hizo como en un aeroplano ordinario. El día 20, a consecuencia

              de un defecto en los mandos del motor, que impidió al piloto pararlo al tomar tierra, se
              elevó el aparato  a unos  ocho metros  de  altura,  en  pérdida  de  velocidad,  que  hubiera

              originado  un  accidente  seguro  en  un  aeroplano.  Acordándose  el piloto  de  la  cualidad

              teórica del aparato de ser insensible a la pérdida de velocidad y de poder tomar tierra
              verticalmente,  hizo  la  maniobra  probable  y  el  autogiro  descendió  suavemente  hasta

              posarse  sin  velocidad  apreciable,  confirmándose  definitivamente  todas  las  cualidades
              teóricas. El día 22 se hicieron pruebas oficiales y el 31 efectuó un vuelo de tres minutos

              y medio, en circuito cerrado de más de cuatro kilómetros, alcanzando una altura sobre el
              terreno superior a 25 metros, según certificado oficial. [8] [14]”



                     Obsérvese  que,  en  las  referencias  citadas  anteriormente  en  este  trabajo  de
              investigación, se habla de 9 de enero (la Cierva refiere el 10 de enero) y 17 de enero,

              dependiendo  de  la  publicación.  Esto  podría  deberse  a  que,  en  un  artículo  escrito
              alrededor  de  enero  de  1925  y  publicado  en  el  Boletín  Tecnológico,  Mariano  Moreno

              Caracciolo afirma que el C.4 despegó por primera vez el 9 de enero, si bien el C.4 no

              voló hasta el 17 de enero en condiciones adecuadas de estabilidad y mando, y todavía
              sólo en línea recta [14].










                       Historia Digital, XXV, 46, (2025). ISSN 1695-6214 © Fernando Aguirre Estévez, 2025                  P á g i n a  | 60
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