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Año XXV, Número 46, julio 2025

       Depósito Legal M-34.164-2001
             ISSN 1695-6214


                                         De Filósofo a Emperador: Juliano II en las Galias…



              alocada “con ansía”; y como las fichas de dominó: el desenlace sobrevino (Am. Mar. XVI
              12.51-52)


                     Los  romanos  emprendieron  una  postrera  marcha  que  acabó  con  la  resistencia

              alamana y estos, tras verse ya perdidos y rodeados de cadáveres, optaron por huir y

              abandonar el campo de batalla. Muchos buscando en las aguas del rio ese medio de
              escape,  ya  desesperado,  de  alcanzar  una  zona  segura.  Los  romanos,  bajo  orden  de

              Juliano, no podían perseguirles hacia las aguas, sino que aguardaron a su orilla para
              acabar con todo el que se topasen, siendo más una masacre que un combate, la última

              tilde en un cuento muy negro: “Lo cierto es que, al final, el río, lleno de espuma por la

              sangre bárbara derramada, recibía atónito y mudando su color un caudal nada usual”
              (Am. Mar. XVI 12.55). Durante la confusión de la derrota alamana, se capturó al principal

              líder germano, Chonodomario; que se mostró solicito tras rendirse a los romanos.


                     Sigue la campaña


                     Con la victoria romana en esta batalla que ya se antojaba decisiva para el futuro
              de las Galias; Juliano, seguro de si mismo, cruzó el rio para devastar el territorio alaman

              en una acción de castigo saqueando e incendiando todo lo que encontraban a su paso,

              sin  muchas  muestras  de  resistencia  por  parte  bárbara;  dado  que  Juliano  se  había
              ocupado de disponer de las tropas para generar caos y confusión y de que los bárbaros

              no pudieran generar una primera línea de resistencia; ahora eran los defensores no los

              atacantes, tenían más cosas que proteger (Am. Mar. XVII 1.1-17).


                     Al volver de allende el Rin, a las Galias; Juliano se enteró de que unas tropas
              francas,  cerca  de  unos  600;  había  aprovechado  la  ocasión  para  saquear  y  atacar  la

              Galia  Segunda,  en  su  zona  más  desprotegida;  al  pensar  en  que  el  Cesar  restaría
              ocupado en territorio alaman durante un tiempo prolongado (Am. Mar. XVII 2.1). Pero no

              tuvieron  mucha  suerte.  Al  enterarse  de  que  Fl.  Cl.  Juliano  se  dirigía  en  su  dirección,
              temerosos, se hicieron fuertes en dos guarniciones ocupadas.










                          Historia Digital, XXV, 46, (2025). ISSN 1695-6214 © Raúl Barrera Luna, 2025                  P á g i n a  | 115
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