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Año XXV, Número 46, julio 2025
Depósito Legal M-34.164-2001
ISSN 1695-6214
Aproximación a las colectivizaciones anarquistas. El caso de Aragón
autogestión. Durante los meses de julio y principios de octubre de 1936, diferentes
decretos del Gobierno central como de la Generalitat catalana, dieron cobertura legal a
las incautaciones de industrias y tierras efectuadas por los organismos populares. De
igual manera, se intervinieron las cuentas corrientes y depósitos bancarios,
paralizándose la transmisión de bienes inmuebles.
En el campo, las expropiaciones de fincas y su ocupación masiva se extendieron
principalmente por Aragón, Valencia, La Mancha y Andalucía. Ya anteriormente a la
guerra, desde el triunfo del Frente Popular en febrero se habían estado llevando a cabo
ocupaciones de tierras en diversas formas en zonas de Andalucía y Extremadura,
imponiéndose fórmulas de trabajo colectivo (Sánchez Jiménez, 1989; García
Colmenares, 2008).
El proceso más radical de colectivizaciones se desarrolló en Barcelona. En
Barcelona, con las colectivizaciones de la ciudad no se puede hablar de patrón único, ni
tampoco se puede hablar de un único modelo en cuanto a pequeña propiedad. No se
llegó en ningún caso a implantar un sistema global ni planificado de producción, ni
siquiera ciudad donde el poder de la calle estaba fundamentalmente en manos de la
CNT.
El gobierno para Cataluña trató de poner en marcha el proceso colectivizador, de
darle forma jurídica. Viendo que en los primeros meses de la guerra no podía acabar
con el proceso colectivizador y de facto, el gobierno intentó darle alguna formulación
jurídica, pero el problema es que no controlaban el territorio y que la situación de las
colectivizaciones era heterogénea, resultando difícil hacer una ley que englobara todos
procesos. Al respecto, puede verse un ejemplo de ello en Heraldo de Aragón, donde un
titular anunciaba que “las colectividades de Cataluña van a tener que legalizar su
Historia Digital, XXV, 46, (2025). ISSN 1695-6214 © Guillermo Gracia Guinovart, 2025 P á g i n a | 136